Pedacitos de estrellas quiero regalarte, pedacitos de estrella quiero compartir contigo, la luna un trocito quiero acercarte. No, no fuerzo ni escondo trazos amarillos, volar los dejo para que despacito pero seguro se acerquen a ti y te hagan sonreír. Parece fácil, brotan sencillos, sólo necesitan salir del corazón para brillar y hacerte soñar.
Un velero boto para que surque el infinito sin miedo porque soñar quiero ya que mostrarte esos sueños es mi más grande anhelo. Mi mochila cargo de pedacitos de estrellas, suficiente equipaje para regalar a tu corazón un soplo que le sosiegue, un destello que le alegre. La ilusión sostiene mi caminar que nunca he de parar siguiendo el destello que te quiero enseñar. El roce del viento me empuja, alegre me dejo llevar porque te quiero susurrar los pedacitos de estrellas que para ti cuido sin cesar.
NAMASTE.... 
pedacitos de estrellas son todas y cada una de esas palabras vibrantes que llegan al corazon de quien las disfruta y provocan sonrisas al sentirnos especiales…
pedacitos de estrellas, son todos y cada uno de los momentos en los que en medio de un mundo anodino.. regalas la certeza y el orgullo de ser especial…
gracias por esos pedacitos de estrellas.. y sobretodo.. gracias por pintar estrellas cuando el cielo se oscurece…
Palabras cargadas de inocencia y esperanza, como una niña corriendo con los pétalos de una rosa blanca entre sus manos, todavía húmedos por el rocío de la mañana, para mostrar el maravilloso tesoro de sus sentimientos a aquellos que quieran verlos, a aquellos que sepan disfrutarlos, a aquellos que sonrían ante tan dulces palabras… Así te veo, así te imagino, así te siento… Y pido perdón por abrir levemente la puerta de tus sueños e introducirme en silencio, roto solamente para sonreír ante tanta delicadeza y dejar unas palabras de agradecimiento…
…como una gota fuí de la marea, la marea, la marea
la playa me hizo grano de la arena, de la arena, de la arena
fuí punto en multitud por donde fuí
nadie me detectó y así aprendí
cuando creí colmada la tarea, la tarea, la tarea
volví mi corazón a Casiopea, Casiopea, Casiopea
-unas veces me siento como pobre colina
y otras como montaña de cumbres repetidas
unas veces me siento como un acantilado
y en otras como un cielo azul pero lejano
a veces uno es manantial entre rocas
y otras veces un arbol con las últimas hojas
– cumplí celosamente nuestro plan
por un millón de años esperar, esperar, esperar
hoy llevo el doble dando coordenadas
pero nadie contesta mi llamada
que puede haber pasado a mi señal
será que me he quedado sin hogar, sin hogar, sin hogar…